Pongo en vuestras manos, estimados lectores y, supongo, paisanos principalmente, este libro sobre diferentes historias y personajes de Huertapelayo. Este trabajo no tiene mayor pretensión que entretener al lector con información, datos e historietas que no deberían perderse en la historia. Con apenas un flash back al siglo XVIII el libro trata desde el año 1900 a la actualidad.
No quiero que sea una base de aburridos datos de fechas exactas,… Soy consciente de que hay muchas, muchísimas más y que además cada uno las recordará, quizá, con diferencias, con diferentes puntos de vista o con diferentes grados de protagonismo para unos u otros personajes implicados. No puedo, no debo y no quiero entrar con demasiada profundidad en cada linaje familiar por una razón, porque sería muy difícil hacerlo bien, por el riesgo de olvidos indeseables y sobre todo porque este libro se agrandaría en exceso y podría volverse pesado. Pido disculpas por todo lo interesante que pueda faltar en este libro y por si defraudo en mi intención y objetivo, al tiempo que invito a los que las conocen a escribir otros libros que seguro resultarán mejores. Aún así advierto que los dos primeros capítulos tienen explicaciones sobre familias, hijos y nietos, que pueden resultar en parte aburridos pero que creo son necesarios.
Mi padre Doroteo Herraiz, me legó mucha información, escrita y oral, sin saber entonces, ni él ni yo, que serviría para este fin, se han convertido en documentalistas sin saberlo. Este, mi padre, también por su cuenta, era de escribir y escribir (quizá de ahí me viene a mí esta vena) por lo que el trabajo que el lector tiene ahora en sus manos cuenta con historietas, datos e informaciones que por supuesto yo no podría tener por mí mismo.
Salvador Embid a través de sus libros también ha dejado información y datos de curioso valor para mí, como su hermano Félix. A ellos les agradezco mucho su información, como también lo hago por las historietas y recuerdos que casi cada noche de verano nos regalan en la puerta de mi casa, en Huertapelayo, a Evaristo Embid y a Máximo Portillo, ambos primos hermanos míos (por parte de madre uno y por parte de padre el otro). Otros me han aportado también datos, fotos, etc… Gracias igualmente. Decía Cicerón, el filósofo romano del siglo II a. C. que “el cultivo de la memoria es tan necesario como el alimento para el cuerpo”. Eso creo yo.
He ido guardando y elaborando mis recuerdos y mis notas y he de reconocer que dada mi gran afición a escribir, aunque sobre tema bien diferente, siempre he albergado la esperanza de en un futuro plasmar en forma de libro este tipo de contenido acerca de Huertapelayo. Sobre diferentes aspectos de mi profesión, y pasión, el Karate y las artes marciales japonesas, he escrito una quincena de libros. ¡Cómo no iba a dedicar mi tiempo también a un libro sobre el lugar de mis ancestros y mis recuerdos. ¡Por fin ha llegado ese día!
Ahora solo necesito ya colaboración en la lectura. “Un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho”, decía la escritora norteamericana del siglo XIX Louise M. Alcott. Espero que este trabajo cumpla tal aseveración y solo pido (ahí la colaboración solicitada) que el espíritu de quien lo tenga en sus manos sea positivo, pues como mantenía igualmente Maurice Barrés, escritor y político francés del siglo XIX “todo libro tiene por colaborador al lector”.

Salvador Herraiz Embid
HUERTAPELAYO, entre el Cielo y las piedras.
300 páginas, 17 x 24 cms.
Precio: 34 € (Miembros de la Asociación de Hijos y Simpatizantes de Huertapelayo: 27 €).